Guillermo Coria quiso ser el nùmero 1 del tenis mundial, quiso escalar a lo alto de la gran cima de esta vida. Pero no pudo; los escollos que se le presentaron fueron duros para el, infranqueables, ineludibles.
Si Guille estuviera leyendo este blog, si ocurriese ese prodigio me gustarìa decirle : "No te sientas triste Guillermo, llegaste hasta donde el destino te condujo a la victoria; si hubieses llegado a ganar Roland Garros que hubiera cambiado? tal vez mucho tal vez nada, no estarìa todo el mundo hablando de vos, ademàs pensà en esto : "La victoria es siempre mas vulgar que la derrota".